sábado, 19 de noviembre de 2011

P E R E Z








Pérez posee una formación clásica rock/pop, con la plusvalía de que varios de sus integrantes han recorrido el camino del jazz y en su único disco editado hasta ahora, despliegan un puñado de canciones elegantemente tristes, narradas desde ese antihéroe. Musicalmente logran desde la simpleza y su ajustado sonido, melodías maravillosas, que unidas a la desgarrada performance de su cantante, transitan con astucia y finura la mejor tradición del rock/pop inglés y me llevan a la referencia inevitable del Radiohead era Pablo Honey/The Bends.


Privilegios de unos cuantos pocos, el grupo de Sagasti, Lambert, Zabaljáuregui y Goldztein,
los que desde su myspace nos provocan patentándose desde la "canción popular melodramática",
Nos transportan desde la mas clara simpleza, hatas llevarnos a lo mas complejo de nuestros sentidos, para no dejar de bailar, cantar y escuchar cada una de los temas de su repertorio, que paralelamente forman un set de hits continuos, dejando que inconcienteme al salir del bar nos llege el tarareo de alguna u otra frase repetida.


"Chicos y chicas", tema de trance pos punk en guitarras nostálgicas justas para iniciar el camino de la hora y pico del directo. Acompañada por esa voz de Sagasti que parece surfear en paralelo cada una de las melodías para balancear la atmósfera melancólica con inspiraciones en clave pop.

Luego para seguir deleitandose dentro de climax, otra de sus nuevas creaciones, en su disco recién salido del horno “ Ola

"Más", "Equilibrista", "Bailarinas" y "Ganas" (con "Puedo aguantar", el paso beatle del disco: "Y ahí estás, entre luces de menta y de mentol, te ves tan resuelta, desde la ranura de mis ojos te miro...").

"Alguna vez", "Babia" (grado 0 en sintonía Radiohead: "Voy a pedirte que me acompañes, esta vez va a ser mejor, ya fue, nadie nos ve... no quiero saber cómo es, podemos escapar...") y los impredecibles "No era necesario", ahí donde el fraseo del cantante juega a imitar los saltos innatos del antiguo Citroën de la publicidad que acompaña la canción en youTube, y "Libros y gente", el cierre de cada nuevo show que el público le impuso a la banda a fuerza de hit.

Ese público que tararea como leyenda temas que por ese gesto se percibirían desde afuera
como envejecidos, cuando apenas si asoman al ruedo, porque comulga la cadencia inocente de Sagasti como genuina; la convicción de creer que detrás de todo esto no hay ningún plan a futuro: nada más que buenas canciones para pasar el momento, el aquí y ahora. Esa actitud que se desprende de las mejores costumbres de la inocencia juvenil, como arrancada a personajes de las películas de Acuña (Nadar solo, Como un avión estrellado...), de que todo lo bueno no puede sino estar por venir, ya, ahora. Tan simple y modesto como el apellido genérico con el que se dan a conocer: Pérez.





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